
Mandala significa círculo en sánscrito. Esta palabra es también conocida como rueda y totalidad.
Desde el punto de vista espiritual es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente.
Los mandalas son utilizados desde tiempos remotos. Tienen su origen en la India y se propagaron en las culturas orientales, en las indígenas de América y en los aborígenes de Australia.
En la cultura occidental, fue Carl G. Jung, quien los utilizó en terapias con el objetivo de alcanzar la búsqueda de individualidad en los seres humanos.
Según Carl Jung, los mandalas representan la totalidad de la personalidad, el self o sí mismo. Un punto central con el que todo está relacionado, mediante el cual todo se ordena y que es en sí mismo una fuente de energía.
Según la Psicología, el mandala representa al ser humano. Interactuar con ellos te ayuda a curar la fragmentación psíquica y espiritual, a manifestar tu creatividad y a reconectarte con tu ser esencial.
Son muy fáciles, sólo hay que intentarlo!